Si los residuos pueden generar un grave problema ambiental no hay ninguna duda que se tiene que llevar a cabo una adecuada gestión de los mismos. Tanto la normativa catalana de residuos como la española y la comunitaria tienen en cuenta el concepto de gestión. La Directiva 2006/12/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 5 de abril de 2006, relativa a los residuos, define gestión como la recogida, el transporte, la valorización y la eliminación de los residuos, incluida la vigilancia de estas operaciones y la de los lugares de descarga después de su cierre.
Así pues, en este apartado en primer lugar analizaremos la evolución de la cantidad de residuos generados así como también la evolución de la cantidad generada por cápita, pues es evidente que el país que genera más residuos es China, pero ¿de qué país son los habitantes que generan más residuos individualmente? Y ¿cómo están las cosas en Cataluña y en España? No podemos evitar generar residuos, pero sí que podemos hacer algo para reducir su cantidad.
En paralelo con este primer objetivo (intentar reducir de manera efectiva la cantidad de residuos producidos), hay que apostar por intentar valorizar la mayor cantidad de ellos. Los residuos no recuperables tienen que significar la fracción más pequeña posible del total generado y ello pasa tanto por la reutilización como por el reciclaje. Para conseguir este segundo objetivo planteado, que comporta unos beneficios ambientales y económicos evidentes, es del todo necesario gestionar adecuadamente los residuos. Pero, ¿dónde tendrían que ir los residuos y dónde van realmente?