Con el objetivo de representar gráficamente el impacto de las actividades económicas e industriales, algunos científicos han elaborado el indicador ambiental denominado huella ecológica, que pone en relación la población con el territorio que ocupa, ya que se define como «la superficie de tierra productiva que se necesita para sostener la población de un territorio concreto en función de su nivel de vida y de consumo».

La necesidad de construcción de este indicador se debe a que «la localización ecológica de los asentamientos humanos ya no coincide con su localización geográfica», ya que actualmente las ciudades y regiones dependen de un amplio y creciente hinterland de territorios productivos para de abastecerse de recursos. En otras palabras, los asentamientos humanos no afectan únicamente el área donde se encuentran construidos

En las estimaciones de la huella ecológica interviene el consumo de alimentos, materiales y energía por parte de la población, en función de la superficie de tierras biológicamente productiva necesaria para obtener estos recursos o, en el caso de la energía, para absorber las emisiones de anhídrido carbónico, efectuándose la medida en «unidades de superficie», equivalentes a una hectárea de productividad media mundial.

El objetivo de este indicador es, pues, reflejar las diferencias en la demanda y consumo de recursos naturales, tanto en términos absolutos como per cápita, entre áreas con diferentes niveles de desarrollo.

El informe realizado por las Naciones Unidas estima el consumo mundial en 2,85 unidades de superficie por persona, superior en un 30% a la disponibilidad ecológica (2,18 unidades), si bien pone de manifiesto unas claras diferencias regionales, ya que mientras los países de la OCDE tienen huella ecológica total de 7,22 unidades, más del doble que su capacidad biológica, la del resto de países era de 1,81 unidades, prácticamente igual a su capacidad (1,82).

Dicho en otras palabras, el impacto ecológico provocado por 1.100 millones de habitantes que viven en los países desarrollados se correspondería al provocado por 17.000 millones de personas según los estándares de la población de China o la India o 77.000 según las pautas de los habitantes de Bangladesh.