El presente módulo tiene como objetivo constituir un espacio de reflexión sobre la dinámica y la estructura de la población mundial y sus implicaciones medioambientales y, especialmente, sobre el desarrollo sostenible.

Por este motivo, el módulo presenta tres grandes apartados:

• En un primer apartado, se analiza cuál es la evolución de la población mundial, desde una óptica demográfica, haciendo referencia tanto a aspectos cuantitativos (el volumen) como cualitativos (la estructura por sexo y edad, representada a partir de las pirámides de población).
• En un segundo apartado, se analiza, des de una perspectiva geográfica, las diferencias regionales con respecto a la distribución mundial de la población.
• Finalmente, el tercer apartado, analiza, desde el punto de vista del medio ambiente y de la sostenibilidad, cuales son las implicaciones medioambientales de la dinámica y las tendencias expuestas.

El módulo concluye con un apartado dedicado a las conclusiones, otro en forma de breve cuestionario da evaluación de la comprensión de sus contenidos y un apartado final dedicado a enlaces de interés.

La información está planteada de manera didáctica e interactiva, de modo que el usuario encontrará aplicaciones que le deben permitir la realización de material personalizado, como por ejemplo mapas, gráficos, etc.

Un breve apunte sobre la perspectiva adoptada

De acuerdo con lo que acaba de comentar, el contenido central del módulo se basa en el análisis de la población mundial y su evolución, desde un punto de vista demográfico, por un lado, y desde un punto de vista geográfico, por el otro. Sin embargo, pese a presentarse de manera separada el uno del otro, se trata de dos ciencias que se interrelacionan y se complementan, hasta el punto que de la combinación de la geografía y de la demografía surge una tercera ciencia que recibe el nombre de Geografía de la población o, simplemente, Geodemografía.

Conviene, pues, hacer una breve explicación sobre cuáles son los contenidos de cada una de las dos ciencias. Cone este fin nos remitimos a las palabras de la demógrafa Anna Cabré que, muy gráficamente, afirma lo siguiente:

Empezamos por la introducción, por los conceptos: qué es población y qué es poblamiento. La población, técnicamente hablante, es un stock, un conjunto; en este caso, se entiende que es un stock de seres humanos, con un determinado volumen y unas determinadas estructuras, diferentes según los criterios que se utilicen por analizar esta población. ¿Quien estudia el volumen y la estructura de la población? Pues la Demografía.

Qué es el poblamiento? El poblamiento es una relación entre población y territorio, que utiliza normalmente y principalmente criterios de densidad y distribución. ¿Quien estudia el poblamiento? Pues la Geografía.

Esta distinción sobre el objeto de estudio no deja, sin embargo, de ser un poco cuestionable. Así se puede reconocer que, indiscutiblemente, la ciencia que estudia la población es la demografía-como su etimología de origen griego describe: demos ('pueblo') y graph ('estudio') ―ya que desde esta se estudian la dimensión, la estructura, la evolución y las características generales de un población humana. La cuestión clave es determinar si entre estas características generales de una población se incluyen las de carácter espacial ―es decir, las que hacen referencia al asiento, la localización y la movilidad en el territorio― o si, por el contrario, estas deben ser objeto de estudio de la geografía.

En efecto, si se entiende la geografía como la rama de la ciencia que estudia la distribución espacial de varios fenómenos, especialmente los que se relacionan con las actividades de los seres humanos, podemos pensar que la población es uno de ellos, y que, por consiguiente, forma parte de su área de conocimiento. Y es que, como argumenta García Ballesteros,

[...] Parece fuera de toda duda que la geografía se interesa por los aspectos espaciales de la vida de las sociedades, es decir, que su objetivo es el espacio en tanto que creación, producto de una sociedad, de su sistema de valores, tradiciones, actitudes culturales, sociales y políticas, en una sola palabra, de la ideología en la que cada sociedad fundamenta sus motivaciones y razones para actuar. En este contexto, parece obvio que el uso, la utilización que hace del espacio una sociedad cotidianamente, repercute en la organización social de este mismo espacio, y, por tanto, la geografía, junto con otras ciencias sociales, se ha de preocuparse de su estudio.

Así, y a semejanza de lo que sucede en algunas otras áreas de conocimiento de la geografía ―sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial― como el turismo o el urbanismo, la disciplina ha desarrollado una rama de estudio de la distribución espacial de las personas en el territorio y de sus actividades cotidianas que se conoce con el nombre de Geografía de la población. El mismo autor ofrece una breve, pero completa, definición de este concepto: «rama de la geografía humana que estudia las formas de relación entre la naturaleza de los puestos con las variaciones espaciales en la distribución, composición, migración y crecimiento de las poblaciones» .